2 de noviembre de 2010

Mercado de Maravillas


Hacía mucho que no iba por este mercado, el más grande de Madrid. Puede que el de la Cebada sea mayor, pero está de capa caída y amenazado por la piqueta. Este no. El Mercado de las Maravillas, el mayor mercado de Europa, sigue funcionando a todo ritmo, a pesar de los 68 años que ya tiene a sus espaldas.
En ese tiempo, han cambiado muchas cosas, pero los comerciantes y tenderos han sabido ir adaptándose.
A mediados de los años 90, muchos pensaban que el mercado tenía los días contados. Muchos jóvenes del barrio se marchaban a otras zonas del extrarradio y la población iba envejeciendo, con lo que eso supone de pérdida de poder adquisitivo. El censo de 1996 contaba un 13 por ciento menos habitantes en el barrio de Tetuán que diez años antes. Poco a poco empezaron acerrar puestos y parecía que la tendencia no iba a parar hasta que el último apagase la luz y echase la llave.
Todo cambió a primeros de siglo con la llegada masiva de inmigrantes. Primero fueron los marroquíes, pero pronto les sustituyeron los sudamericanos que se instalaron masivamente en la zona, y dieron nueva vida al Mercado de la Maravillas.
Ellos son gran parte de la clientela, y también de los dependientes, de los 234 puestos de este gigantesco mercado, entre los que hay 38 carnicerías, 20 pescaderías, 30 fruterías, 12 pollerías, 15 tiendas de embutidos y quesos, 5 espectaculares casquerías y 5 tiendas de variantes y encurtidos. Y no se trata de puestos pequeños, algunos son enormes.
Además de la alimentación se puede encontrar hasta cinco locales de arreglo de ropa o zapatos, banco, tintorería, despacho de loterías (la mañana que estuve tenía más cola que Doña Manolita), tiendas de flores, cuchillería y un largo etcétera, que es difícil resumir.
No se trata de un mercado Gourmet, como otros de los que he hablado aquí, pero sus hermosos puestos ofrecen una increíble variedad de productos de gran calidad a precios que, con tanta competencia, no pueden ser muy altos.
El gran Abraham García dice que hace la compra en tres mercados: el de Chamartín, el de la Paz y el de Maravillas. "Al de Chamartín suelo ir a por el pescado y los productos de importación, al de la Paz a por los quesos y las flores y al de Maravillas, que es el más popular, a por todo tipo de productos. Su nombre es profético y puedes encontrar auténticas maravillas".
Y tiene razón.Merece la pena acercarse allí una mañana para hacer la compra Se encuentra de todo y de propina se lleva uno en los ojos un espectáculo de color y bullicio que trae a la memoria los zocos y que ya no existe en otros mercados de Madrid.
Se puede ir en coche si se quiere. El Mercado tiene un aparcamiento de 300 plazas que permite dejar el vehículo gratis durante una hora si se hace una compra de más de 5 euros.
Para quien no lo conozca, el Mercado de Maravillas está en Bravo Murillo, 122, en el tramo de esta calle que va de Cuatro Caminos a la Plaza de Castilla. Un tramo que es, seguramente, la calle con más comercios de Madrid, pero, cosa curiosa, no tiene franquicias.
Y otra curiosidad. El arquitecto de este gigantes espacio (tiene casi 9000 metros cuadrados) fue Pedro Muguruza, el mismo que hizo los planos del Valle de los Caídos o del Palacio de la Prensa de Madrid. Se edificó sobre el solar del colegio Maravillas de los hermanos de La Salle, que fue destruido por un incendio, durante la quema de conventos que se dio en Madrid entre los días 11 y 13 de mayo de 1931.
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una sugerencia de agradecer para el fin de semana, siempre se acaba descubriendo algun nuevo producto. Gracias, besos.

Elena.

elena dijo...

Te aconsejo que vayas en coche, porque aunque no pienses comprar, te aseguro que volverás cargada de bolsas.

Noe dijo...

para las principiantas como yo que poco a poco nos independizaremos y que estamos acostumbradas a que la compra la hagan los papis es bueno saber de estos sitios.muchas gracias

paloma dijo...

Este mercado, es el mercado de mi infancia. Mis recuerdos son de cantar de puesto apuesto, del vocerío, de las navidades etc. Pero me fue más grato cuando de mayor trabajaba por la zona y retomé el hacer la compra todos los jueves ahi. Dios que cantidad de puestos. que variedad, y que sabor a esos mercados de abastos de toda la vida. Que alegría me ha dado ver tu comentario

Noe dijo...

que bien!parece que no soy la unica con el simbolito naranja.....