28 de noviembre de 2011

La Guía Michelin

Suele decirse que, en la guía Michelin, “son todos los que están, pero no están todos los que son”. Esta semana,a tiempo para las Navidades, ha salido la edición 2012 de la famosa Guía Roja y, para no faltar a la tradición, todos los críticos gastronómicos han echado de menos un montón de restaurantes entre los distinguidos con esa especie de oscars de la cocina que son las estrellas Michelin. Eso si, nadie suele discutir que los galardonados lo merezcan.
En Madrid, con miles de restaurantes, no hay ninguno que merezca tres estrellas para los anónimos inspectores de la guía y, sin embargo, debe ser la única gran capital en la que hay más locales con dos estrellas que con una. Y eso ocurre porque dos de los restaurantes que  ya tenían una, Diverxo y el Club Allard, han subido un escalón, mientras que La Broche ha salido de la lista por cierre. En Barcelona, se han quedado sólo con en un tres estrellas (Sant Pau, de Carme Ruscadella), aunque está en Sant Pol de mar, a 50 kilómetros de la capital catalana. El otro que las tenía, el Can Fabes, del desaparecido Santi Santamaría, ha sido degradado a dos. Como ha dicho alguien, Santamaría se ha llevado una estrella a donde quiera que esté. Así que, para comer en uno de esos templos de la gastronomía más excelsa hay que viajar a Sant Pol de Mar, a  San Sebastián, donde tienen para dar y tomar (Arzac, Berasategui y Subijana) o a Gerona, donde el  Celler de Can Roca sigue jugando en la primera división mundial de la gastronomía. Como dice la propia guía, un restaurante con tres estrellas Michelin, merece el viaje.
Mi bolsillo no me da, ni de lejos, para ser asidua de estos sitios, pero tengo que reconocer que alguna vez que otra me doy un homenaje y como en uno de ellos. En general , siempre he salido encantada. Un restaurante que ha merecido una estrella en la Guía Michelin tiene un nivel altísimo en la cocina, pero también en el servicio y en la decoración, que no suele ser lujosa, pero si exquisita. La cuenta está a tono, (con vino, suele acercarse a los 100 euros) pero os aseguro que no parece tan alta cuando se acaban de comer las cosas tan extraordinarias que sacan a la mesa. 
De Diverxo recuerdo la increíble sutileza de sus platos, siempre inspirados en la cocida asiática. La sopa fría de coco verde y macadamia  que abría el menú degustación era increíble y ninguno de los platos que siguieron bajaba de nivel. En Coque, una estrella Michelin en Humanes, el menú degustación no se acaba nunca, pero tampoco quieres que llegue el fin, Las infinitas elaboraciones y combinaciones con las verduras de Rodrigo de la Calle, en Aranjuez, (lo llaman gastrobotánica) sólo tienen igual en el vecino, Casa José, que, sin hacer ruido,  defiende su estrella Michelin desde hace casi 20 años. Y todavía recuerdo cómo salí deslumbrada del Atrio de Cáceres donde cené hace ya demasiados años. O de Casa Marcelo, donde consiguen que parezca que los platos que sacan a la mesa no han sido cocinados, a pesar de que ves cómo lo hacen porque la cocina está en el centro del local.
Yo os aconsejo que, si no lo habéis hecho, probéis algúna vez. Pedid el menú degustación y seguro que encontráis más de un motivo para salir felices. ¡Ojo! deben abstenerse los que creen que un bufé libre donde, por pocos euros,  puedes comer hasta reventar es el no va más de la gastronomía. No lo recomiendo tampoco a los que creen que la pista infalible es que se vean muchos camiones a la puerta, como en esos restaurantes de carretera. Eso es otra cosa. 
Por si os animáis, esta es la lista de restaurantes con estrella Michelin en la Comunidad de Madrid y sus alrededores:
Dos estrellasSantceloni, La terraza del Casino, Sergi Arola Gastro, Ramon FreixaMadrid, Diverxo, Club Allard.
Una estrella: Zalacaín, Kabuki Wellington, Kabuki, Coque (Humanes  de Madrid), Casa José (Aranjuez) Rodrigo de la Calle (Aranjuez).

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