15 de noviembre de 2016

Posiblemente, la mejor pizza del mundo















A veces, cuando se cuenta algo especialmente raro, es necesario avisar al interlocutor de que no se le está tomando el pelo. En este caso, la advertencia es de rigor: no es broma.
Hablo de un restaurante, si se le puede llamar así a un local en el que la carta se limita a dos variedades del mismo plato, no ponen pan, los vasos son de plástico, las servilletas de papel y la carta de vinos sólo contempla el “vino de la casa”, como única opción, junto a un refresco de cola, una cerveza o un agua mineral. ¿Puede existir algo así? Pues existe desde 1870 (entonces sin vasos de plástico) y tiene tanto éxito que los clientes hacen hasta dos horas de cola (no admite reservas, sólo da números) para entrar en este “santa santorum” de la gastronomía que además permite comer por muy pocos euros.
L'antica pizzería da Michele
Desvelemos ya el misterio, porque esto empieza a parecer una adivinanza: se trata de L’antica Pizzería da Michele y está en Nápoles. A cualquier hora del día, un numerosos grupo de personas espera, como al Mesías, la aparición en la puerta del empleado que, en voz alta, canta el número de la persona o grupo de personas a las que corresponde entrar y, enseguida, entre la concurrencia, se observa un movimiento de gente con bobalicona cara de felicidad que se apresura para no perder el turno tanto tiempo esperado y que por fin llegó. Turistas, jóvenes Erasmus guiando a su visita familiar, napolitanos con huéspedes, L’antica Pizzería da Michele es un potentísimo imán para quienes aman esta delicia italiana, aunque en el restaurante de enfrente y en el de más allá, den una pizza también muy buena y a precios comedidos.
Nada más entrar, enfrente, se ve a varios “pizzeros” que sin parar preparan las masas que, tras el aditamento de los oportunos ingredientes, llevarán a horno de leña que preside la sala. Cuando las pizzas están en su punto, ellos mismos las servirán a la mesa que las pidió. Sólo admiten dos posibilidades, la pizza Margherita o la Pizza Marinara, dos pizzas sin “papocchie”, es decir, sin pamplinas.

Desde 1870
El local, con tres salas no muy grandes, de techos altos e iluminadas con fluorescentes, está siempre a rebosar y parece un milagro que los “maestros pizzeros” vestidos de rigurosos blanco, se puedan mover entre las mesas, siempre al completo, y los afortunados clientes que ya consiguieron entrar pero que aún tienen que esperar de pié a que la mesa que esta terminando les deje el campo libre. Cuando por fin se sientan, aparecerá alguien que deja (literalmente “deja”, no coloca) los cubiertos, y una servilleta de papel y un vasito de plástico por comensal. La comanda, con tan ascética variedad, es rápida y, como la pizza se hace al momento, queda un poco de tiempo para mirar en las paredes las fotos de Julia Roberts, Maradona, o más reciente mente del Portero del Nápoles, Pepe Reina, y tantos clientes famosos con los que se ha fotografiado el último representante de la familia Condurro, al que se puede ver en persona, moviéndose cadencioso por las salas, atento a que todo vaya bien.
Y el momento de la consagración ha llegado. Sobre la mesa aparecen esos redondeles, espléndidos como el as de oros, que confirman que la espera no ha sido en vano. En Napoles, donde la Pizza casi siempre alcanza niveles de excelencia, puede haber otros locales que igualen la calidad de las que vende (también tiene take away) la L’antica Pizzeria da Michele, pero comerlas allí tiene algo que yo, que no soy mitómana, no sabría describrir, pero merece la pena vivirlo. Si los Condurro llevan seis generaciones de éxito, desde que el patriarca Michele llegó a Nápoles en 1870 no es por casualidad. Aunque algo ayuda, la falsa leyenda de que en su local se creó la Pizza Margherita, ya sabéis, con los colores rojo del tomate, blanco de la mozzarella y verde de la albahaca, que componen esa bandera gastronómica italiana. Eso fue en la Pizzería Brandi, pero esa es otra historia.

Nota: Como digo, en cualquier pizzería de Nápoles, donde hagan su propia masa, venden pizzas extraordinarias a precios también extraordinarios. Creo que esa es la razón de que apenas existan en la ciudad locales de esas cadenas americanas de comida rápida. Aunque hay quien dice que quizá la Camorra tenga también algo que ver.

L'antica Pizzeria da Michele
Via Cesare Sersale, 1 y 3
Nápoles
Tel. +39 081.5539204

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